Si tienes un procesador con disco cortador utiliza la hoja de corte de 1 mm de grosor. Si no lo tienes, con la mandolina o el cuchillo y paciencia corta la remolacha lo más fina posible.
Puedes reemplazar el parmesano con otro queso de textura crujiente afeitándolo en láminas muy finas o en forma de palitos.
Es fundamental mantener el trío de ingredientes, remolacha, queso y rúcula para mantener la esencia de sabores del plato. Si falta alguno, ya no será lo mismo.